Yo soy arbitro y he visto de todo, desde padres que aplauden a sus hijos después de cada acción tanto haciéndola bien como haciéndola mal, hasta padres que le echan la bronca del siglo por fallar una ocasión de gol.
Los padres deben de ser un referente para sus hijos, es decir, no insultar al arbitro o gritar desde la grada al terreno de juego, os voy a contar una de las anécdotas que yo he vivido mientras estaba arbitrando:
se jugaba un recreativo Alcosa - Claret partido de alevines (11, 12 años de edad) y uno de los delanteros del recreativo Alcosa falló 3 ocasiones seguidas y una de ellas sin portero, su padre, ese hombre energúmeno que estaba en la grada vociferando cual gorila en celo tras los fallos de su hijo, empezó a decirle que tenia que correr mas y que así no lo llevaba mas a jugar con su equipo, el entrenador lo sustituyó, el chaval se sentó en el banquillo y su querido padre se acercó a la zona de banquillo y empezó a decirle cosas, repito a un chiquillo de 12 años, que le hizo llorar e hizo que no tuviera mas ganas por jugar, se enfado y se fue al vestuario.
En resumen quiero manifestar que debemos ayudar siempre a los niños y no menospreciarlo cuando no se hacen las cosas bien, solo ayudarlo
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